Una suave voz, musitaba a su oído, “Alina, Alina llegó navidad.”
Despertó viendo a sus padres, y se abalanzó sobre ellos, los besó, los acaricio. Mientras la radio tocaba un celestial villancico, mamá pregunto cual era su deseo para esta navidad.
La niña los volvió a abrazar, y dijo con una cristalina voz entre feliz y lacrimosa: “ustedes”.
Alina había soñado demasiado: no había un bebe, tampoco un árbol de navidad, ni siquiera regalos, entendió que su pobreza la condujo por esos fantasiosos delirios, Estaban solos oyendo villancicos en una vieja radio mientras bebían un poco de chocolate. Pero eso si, aquella noche reinó el amor como en ningún lugar del mundo... (Fragmento de un cuento de navidad , autor: Carlos Rivera)